El autoconsumo colectivo en el contexto de la energía solar se refiere a la posibilidad de que varios usuarios, ya sean vecinos de un mismo edificio o miembros de una comunidad, compartan la producción de energía generada por instalaciones solares fotovoltaicas. Este modelo permite que los participantes se beneficien de la energía producida de manera conjunta, reduciendo así sus costos energéticos y fomentando un uso más sostenible de los recursos. Además, el autoconsumo colectivo promueve la colaboración entre comunidades, impulsando la transición hacia un modelo energético más limpio y eficiente, al tiempo que se disminuye la dependencia de fuentes de energía fósiles.